Es un tipo crónico de insuficiencia intestinal caracterizada por un intestino delgado no funcionante (que puede ser reversible o irreversible) en la que el organismo es incapaz de cubrir sus necesidades energéticas y nutricionales mediante la absorción de alimentos o nutrientes en el tracto intestinal (a pesar de ser metabólicamente estable) y que, por lo tanto, requiere alimentación parenteral a largo plazo. La insuficiencia intestinal puede ser el resultado de enfermedades digestivas congénitas (tales como gastrosquisis, atresia del intestino delgado), síndrome del intestino corto, cáncer intraabdominal o pélvico, o enfermedades gastrointestinales progresivas y devastadoras o benignas sistémicas (como la enfermedad de Crohn).