Es un trastorno grave y poco frecuente del neurodesarrollo ligado al cromosoma X que se caracteriza por una rápida regresión del desarrollo en la lactancia con pérdida parcial o total de las habilidades con intención de la manipulación y del lenguaje oral, anomalías de la marcha y movimientos estereotipados de las manos, asociado habitualmente a una desaceleración del crecimiento de la cabeza, discapacidad intelectual grave, crisis epilépticas y problemas respiratorios. El trastorno sigue un curso clínico progresivo y puede asociar diversas comorbilidades, como enfermedades gastrointestinales, escoliosis y trastornos de conducta.